Hoy en día vamos a todos los sitios corriendo. Nunca tenemos tiempo para realizar nuestros objetivos. Todo lo que nos habíamos planteado para dicho día siempre tropieza con alguna “tontería” que impide su ejecución. ¿Qué podemos hacer?
En primer lugar, es importante respirar hondo y adoptar otra perspectiva sobre la vida. No se trata de eliminar retos, sino de saberlos gestionar. Ello requiere calma en nuestro interior y capacidad de control de los nervios. Una persona nerviosa va a tener más dificultades para concentrarse, por ejemplo. Además ante cualquier obstáculo se va a alterar, reduciendo su capacidad de intervención en dicha situación de tensión.
La importancia del entorno para calmarse
Una forma fácil de conseguir matener la calma y reducir el estrés es prestar atención a nuestro entorno laboral. Trabajar en un espacio que nos gusta, que nos acoge es báscio. Aporta pequeños detalles que conviertan tu despacho en un sitio con encanto. Por ejemplo, ponte una papelera así como un cubilete para los lápices. Mantén siempre la mesa limpia y organizda. No permitas quelos papeles se te acumluen. Apóyate en bandejas de sobremesa o en los archivadores, incluso tienes un recurso en la cajonera. ¿Sabes qué puedes tener un cajonera-archivador para carpetas colgantes? Evita el caos en la mesa de trabajo.
Hablando de detalles pon alguna maceta en la sala de trabajo. El verde aporta alegría. No pasa nada si optas por una planta artificial. Te resultará más cómodo porque no tienes que pensar en regalarla ni cuidarla. Sin embargo, el efecto del verde lo tendrás en la oficina.
Los colores y la decoración en nuestro estado de ánimo
No te olvides de las cortinas. Parecen una tontería, pero el control de la luz en la sala ayuda a mantener la calma. Por un lado, se debe destacar que la luz natural es fuente de energía. Por el otro, subrayaría la posibilidad de ver cómo transcurre el día. Puedes identificar si te encuentras a primera hora del día o ya es mediodía. Es una forma indirecta de controlar los tiempos y saber parar o acelerar cuando toca. Por ejemplo, si el cansancio te golpea en la cabeza, el hecho de identificar que ya es mediodía a través de la intensidad de la luz del sol te puede recordar que es hora de parar, comer algo, reponer las pilas y volver a trabajar más tarde.
Hay miles y miles de cortinas. Para el trabajo inclínate por cortinas profesionales. Una cortina de estore o una cortina con varillas metálicas es muy opción. Te permiten regular la intensidad de los rayos del sol. Ofrecen más opciones para la luz.
La comodidad para relajarse
Otro consejo básico es disponer de una buena silla de oficina. El dolor de espalda es un problema para el trabajo y si encima es bajo la presión del estrés, la espalda se convierte en un martillo que te golpea la cabeza. Inclínate por una silla ergonómica con regulación del respaldo y brazos.
De la misma manera, trabajar en un entorno con muebles de oficina también ayuda a bajar la tensión. Opta por colores suaves como el roble claro o la acacia. Evite colores estridentes. El blanco también está ahora muy de moda. Es diáfano y combina con cualquier color. Además, no cansa. Crea el efecto óptico de que la sala parece más grande.
Ya sabes que trabajar sin estrés es posible con muy poco esfuerzo. Y recuerda siempre que estés alterado o alterada, tomate unos minutos para tomarte una bebida caliente, desconectando del trabajo, después ház una lista de tareas desde la más urgente a la más importante. Y ve completando la lista poco a poco.